1. Momentos de la participación familiar en una comunidad terapéutica 

  • Con la llegada del paciente: a diferencia de otros tipos de tratamiento, la familia se posiciona en un lugar determinante para el comienzo del mismo. Es decir, casi siempre el paciente concurre acompañado y muchas veces es traído, por lo cual el trabajo con la familia se hace fundamental para que se dé la posibilidad del comienzo del tratamiento.
  • Durante el período de entrevistas y/o admisión: durante este período, la familia debe colaborar con la comunidad terapéutica, acompañando, controlando y planificando estrategias junto al equipo tratante, es decir, no sólo la participación se da durante las entrevistas familiares, sino que se debe dar una participación constante.
  • Durante la internación, hospital de día o tratamiento ambulatorio: la participación en este tramo se asemeja más a la tradicional en un tratamiento, pero de todos modos, la comunidad terapéutica solicita a la familia un compromiso de control, acompañamiento y protagonismo en el tratamiento.
  • Durante la reinserción social: la participación en la práctica es menor que en las etapas anteriores, aunque debe ser de mucha mayor intensidad. Se produce una relajación casi lógica que a veces inciden negativamente.
  • En la asociación de padres: dado que las mayorías de las comunidades terapéuticas son ONG la participación de las familias ayuda a la subsistencia económica y afectiva  de la institución. Se ha observado que esta participación incide también posteriormente en el tratamiento. Es decir, la participación de los padres en clubes o en asociaciones de cada CT, le dan a la familia un protagonismo que es necesario.
  • Modelos de familias en tratamiento en comunidad terapéutica

     Llevando lo anterior al tratamiento propiamente dicho, encontramos:

  • Familia de tipo espasmódica : se llama así pues su comportamiento se asemeja a esa patología orgánica. Llegan en forma masiva y así como llegan se van, repentina y abruptamente pudiendo repetir el ciclo con asiduidad.
  • Familia de “pseudo compromiso” o “como si”: son familias que concurren a las reuniones en forma reglamentaria. Participan y escuchan. Generalmente son miembro de la asociación de padres, pero muestran su endeblez cuando aparece alguna alternativa negativa en el tratamiento que ellos toman como inesperada.
  • Familia de “monoconcurrencia”: Son aquellas que concurre solo un miembro de ésta y que generalmente es la madre. Hay una crítica explicita e implícita hacia el miembro masculino de la pareja.
  • Familia de participación extensa: son aquellas en que participan en reuniones tanto los padres, parejas y hermanos como hasta a veces amigos del paciente designado.
  • Familias de participación intelectual: Son aquellas en que la participación se da solo desde lo racional y no se implican afectivamente en el tratamiento. Generalmente los miembros de la pareja (o uno de ellos) son profesionales.
  • Familia de participación real: estas familias son las que participan efectivamente en el tratamiento de su hijo y/o pareja. Generalmente la participación es gradual y no masiva pero la misma es sostenida. Se advierten momentos de angustia y generalmente, al cabo del tiempo, puedan solicitar atención individual
  • Familia de participación “cero” o inexistente: son generalmente causantes de fracasos psicoterapéuticos en el tratamiento.

Se deberá tener en cuenta que estas clasificaciones conllevan el solo interés de esquematizar y remarcar ciertos aspectos importantes de la temática de familia con la contundencia que da la conceptualización breve es decir, profundizando cada uno de estos conceptos podremos arribar a ideas más claras sobre la temática.